Vol. 27 - Num. 34
Casos clínicos. Gastroenterología, nutrición y obesidad
Itziar Sautua Molinaa, M.ª Ángeles Carrasco Azconab, Claudia Parejo Rebolloa, Marta Alonso Feltza, Paula l Bonilla Carrancejaa, María Martín-Lunas Redondoa
aHospital Universitario Rey Juan Carlos. Móstoles. Madrid. España.
bCS Sevilla la Nueva. Sevilla la Nueva. Madrid. España.
Cómo citar este artículo: Sautua Molina I, Carrasco Azcona MA, Parejo Rebollo C, Alonso Feltz M, Bonilla Carranceja Pl, Martín-Lunas Redondo M. Lactancia perfecta, medro imperfecto . Rev Pediatr Aten Primaria. Supl. 2025;(34):e121-e122.
Publicado en Internet: 26-05-2025 - Número de visitas: 1243
El fallo de medro es un motivo de consulta frecuente en Atención Primaria (AP), cuyo diagnóstico diferencial incluye patologías graves, como la atresia de vías biliares (AVB), una causa relevante de colestasis neonatal que requiere intervención temprana. A continuación, se presenta un caso de AVB en un paciente con fallo de medro, subrayando la importancia de un buen diagnóstico diferencial y una detección precoz.
Recién nacido a término con bajo peso para la edad gestacional, sin alteraciones en las pruebas metabólicas. Con antecedentes perinatales de crecimiento intrauterino retardado y diabetes gestacional controlada con insulina desde el segundo trimestre. Alimentado mediante lactancia materna (LM) exclusiva, acude a controles periódicos de peso en AP desde el nacimiento por fallo de medro, tinte subictérico, regurgitaciones y vómitos.
Dada la LM exclusiva y la ausencia de clínica de proctocolitis, se desestima una alergia a proteínas de la leche de vaca. Se descarta infección del tracto urinario con sistemático de orina y urocultivo. Se intentó tratamiento con omeprazol y probiótico, sin mejoría. A las tres semanas de vida, debido a un agravamiento del cuadro de vómitos, se realiza ecografía abdominal sin alteraciones, descartándose una estenosis hipertrófica de píloro.
Mantiene un seguimiento conjunto por Neonatología y AP por persistencia de vómitos, irritabilidad y fallo de medro a pesar de una adecuada técnica de LM. A los dos meses, presenta ictericia, hepatomegalia y deposiciones hipocólicas, sin coluria. En la analítica sanguínea se evidencian signos de colestasis, con bilirrubina directa elevada e hipertransaminasemia, solicitándose nueva ecografía abdominal con hallazgos de AVB (Figura 1).
El manejo inicial fue quirúrgico mediante portoenterostomía de Kasai, seguida de profilaxis antibiótica, suplementación de vitaminas liposolubles y nutrición con fórmula de alto contenido calórico. Ha presentado dos episodios de colangitis que han precisado ingreso hospitalario para antibioterapia intravenosa. Continúa realizando controles en AP y en Hepatología infantil, a la espera de un trasplante hepático.
Los autores declaran no presentar conflictos de intereses en relación con la preparación y publicación de este artículo.
Los autores han remitido un formulario de consentimiento de los padres/tutores para publicar información de su hijo/a.
AP: Atención Primaria · AVB: atresia de vías biliares · LM: lactancia materna.