Vol. 27 - Num. 34
Casos clínicos. Miscelánea
La importancia del diagnóstico diferencial
Ainhoa Rodrigo Castroviejoa, José Luis González Boyeroa, Bárbara Lucas Ruiza, Carmen Santiago Boyeroa, Marta Pérez Barberoa, Cristina Alcaide Baenaa
aHospital Universitario Clínico San Cecilio. Granada. España.
Cómo citar este artículo: Rodrigo Castroviejo A, González Boyero JL, Lucas Ruiz B, Santiago Boyero C, Pérez Barbero M, Alcaide Baena C. La importancia del diagnóstico diferencial . Rev Pediatr Aten Primaria. Supl. 2025;(34):e160.
Publicado en Internet: 26-05-2025 - Número de visitas: 1157
INTRODUCCIÓN
La edad pediátrica es muy propensa para los hematomas. Sin embargo, hemos de tener presente siempre todos los diagnósticos diferenciales posibles ante esta situación.
RESUMEN DEL CASO
Presentamos el caso de un paciente de 13 años que acude al centro de salud de Atención Primaria por hematomas en extremidades inferiores. Como antecedentes personales destaca la práctica de skateboard con frecuencia con múltiples caídas asociadas. Desde Atención Primaria se realiza una radiografía como diagnóstico diferencial inicial de traumatismo que resulta normal.
A las tres semanas reacude por extensión de hematomas a abdomen en diferentes estadios e inicio de petequias, por lo que se realiza una analítica sanguínea para diagnóstico diferencial entre coagulopatías vs. afectación de las series hematológicas. Se completa anamnesis y refiere inicio de pico febril de hasta 38,7 °C junto con epistaxis y sangrado gingival espontáneo en los últimos días sin foco infeccioso aparente. No existen antecedentes familiares de interés. Se recibe analítica con leucocitosis a expensas de monocitos junto con neutropenia, anemia y trombocitopenia, por lo que se realiza frotis de sangre periférica y se objetivan 36% de blastos de aspecto monocitoide. Se deriva al hospital de referencia para completar estudio con punción de médula ósea e iniciar tratamiento. Finalmente, se recibe diagnóstico de leucemia promielocítica aguda.
CONCLUSIONES
La causa más frecuente y, por tanto, la primera a descartar ante un paciente aparentemente sano con hematomas en extremidades inferiores y un antecedente deportivo, serán los hematomas poscontusiones.
Sin embargo, ante la persistencia de estos junto con su extensión y su aparición en diferentes estadios, es importante ampliar el diagnóstico diferencial a maltrato infantil, coagulopatías y afectación de las series hematológicas. El primero lo sospecharemos ante relatos incongruentes, actitudes anormales en el paciente o en sus acompañantes y hematomas en diferentes estadios y en zonas corporales de castigo. Los otros dos diagnósticos diferenciales, en cambio, precisarán de una analítica sanguínea y otras pruebas complementarias para su confirmación.
CONFLICTO DE INTERESES
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