Vol. 27 - Num. 108
Leído. Libros, revistas e Internet
Isabel Gordo Baztána, Daniel Ruiz Ruiz de Larramendib
aServicio de Urgencias Extrahospitalarias. Pamplona. Navarra. España.
bCS Alsasua. Navarra. España.
Correspondencia: I Gordo. Correo electrónico: isabelgbaz@gmail.com
Publicado en Internet: 26-11-2025 - Número de visitas: 154

El niño que perdió la guerra, de Julia Navarro, narra la historia de Pablo, un niño español que, durante la Guerra Civil, es enviado a Moscú. Se trata de una novela que, aunque no pertenece al ámbito médico, permite establecer una profunda relación con la Pediatría por su enfoque en la infancia, el cuidado y el desarrollo en contextos de adversidad.
Desde el punto de vista pediátrico, la obra refleja las consecuencias físicas y emocionales que la guerra y el exilio pueden tener sobre un niño. Pablo sufre hambre, enfermedades y un fuerte impacto psicológico causado por la separación de sus padres y su desarraigo cultural. Estos factores son objeto de estudio en la Pediatría, especialmente en áreas como la nutrición, la salud mental infantil y la medicina del trauma. Julia Navarro retrata con sensibilidad cómo la falta de estabilidad y afecto puede afectar el bienestar y el desarrollo del menor.
El papel de Anya, la mujer rusa que acoge a Pablo, se asemeja al del pediatra o cuidador que vela por la salud integral del niño. Ella no solo le ofrece alimento y protección, sino también cariño y contención emocional, demostrando que la recuperación infantil requiere tanto cuidados físicos como apoyo afectivo.
Asimismo, la novela evidencia cómo las experiencias tempranas de dolor y pérdida pueden marcar la personalidad y la salud futura de un individuo. En ese sentido, la historia de Pablo invita a reflexionar sobre la importancia del cuidado infantil en situaciones de crisis y sobre el papel de la Pediatría no solo como ciencia médica, sino como disciplina humanista comprometida con la protección del niño y su derecho a crecer sano, amado y en paz.