Vol. 27 - Num. 108
Grupo Vías Respiratorias
María Camino Serranoa, Águeda García Merinob, M.ª Teresa Asensi Monzóc, Grupo de Vías Respiratorias (GVR)d
aPediatra. CS Lucero. Madrid. España.
bPediatra. CS Vallobín-La Florida. Oviedo. Asturias. España.
cPediatra. CS Serrería 1. Valencia. España.
dAsociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPap).
Correspondencia: M Camino. Correo electrónico: mariacamino22@gmail.com
Cómo citar este artículo: Camino Serrano M, García Merino A, Asensi Monzó MT, Grupo de Vías Respiratorias (GVR). Patologías respiratorias relacionadas con el ejercicio físico . Rev Pediatr Aten Primaria. 2025;27:[en prensa].
Publicado en Internet: 10-12-2025 - Número de visitas: 377
Resumen
La práctica regular de ejercicio físico es fundamental para la salud infantil, aunque puede inducir síntomas respiratorios que limitan la actividad, especialmente en escolares y adolescentes. Entre las patologías más frecuentes destacan el broncoespasmo inducido por ejercicio (BIE) y la obstrucción laríngea inducible por ejercicio (OLIE).
El BIE afecta hasta al 20% de la población general y al 90% de los pacientes con asma, con mayor prevalencia en atletas y adolescentes. Se caracteriza por disnea, tos y opresión torácica tras el ejercicio, siendo clave su diagnóstico mediante espirometría con prueba de esfuerzo y la respuesta a broncodilatadores. Su tratamiento se basa en medidas preventivas (calentamiento, mascarillas, educación en asma) y en la administración de beta-agonistas de acción corta antes del ejercicio, con escalada terapéutica en casos refractarios.
La OLIE, cada vez más reconocida, se presenta típicamente con estridor inspiratorio durante el esfuerzo, predominando en adolescentes y mujeres jóvenes. Su diagnóstico requiere laringoscopia continua durante el ejercicio, que permite localizar el nivel de obstrucción y, en muchos casos, constituye también una herramienta terapéutica. El manejo se centra en estrategias no farmacológicas, como la logopedia y el apoyo psicológico, aunque en casos seleccionados pueden emplearse tratamientos farmacológicos, terapia antirreflujo o, excepcionalmente, cirugía.
El protocolo propuesto por el Grupo de Vías Respiratorias de la AEPap ofrece un algoritmo diagnóstico-terapéutico que facilita el abordaje en Atención Primaria, permitiendo diferenciar ambas entidades y garantizar una intervención adecuada para favorecer la continuidad de la actividad física (Figura 1).
| Figura 1. Algoritmo de manejo en la consulta de Atención Primaria |
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Palabras clave
● Asma ● Broncoespasmo inducido por ejercicio ● Obstrucción laríngea inducible por ejercicioNota:
Este texto corresponde a una versión abreviada y autorizada del texto original publicado en septiembre de 2024 en la web del Grupo de Vías Respiratorias (www.respirar.org/index.php/protocolos), donde puede accederse al texto completo y las referencias bibliográficas.
La actividad física diaria y el deporte son esenciales para mantener una vida sana, siendo una recomendación universal y cada vez más extendida en el día a día de la consulta del Pediatra de Atención Primaria (AP). Sin embargo, los síntomas respiratorios inducidos por la actividad física afectan con frecuencia a los niños en edad escolar y adolescentes, teniendo en ocasiones como resultado el cese de la actividad. La patología que con más frecuencia produce síntomas respiratorios en relación con la actividad física es el broncoespasmo inducido por el ejercicio (BIE), pero no es la única entidad a tener en cuenta. Particularmente, para pacientes que no tienen manifestaciones de asma, tienen una espirometría inicial normal y no obtienen ningún beneficio del tratamiento previo al ejercicio con broncodilatadores, debemos plantear otras posibles entidades en el diagnóstico diferencial, como la obstrucción laríngea inducible por ejercicio (OLIE), la laringomalacia, la anafilaxia inducida por el ejercicio, la enfermedad pulmonar intersticial, el mal acondicionamiento cardiovascular debido a la falta de entrenamiento o la tos crónica inespecífica.
La prevalencia estimada del BIE varía entre el 5 y el 20% de la población general y hasta el 90% de los pacientes con asma. Los deportes de alto riesgo son los que incluyen episodios largos de ejercicio de más de 5 a 8 minutos en ciertos ambientes, como el aire frío y seco o piscinas cloradas.
Los pacientes con BIE suelen tener una broncodilatación inicial durante los primeros minutos de ejercicio, seguida de una broncoconstricción, que habitualmente comienza unos minutos después de finalizado el ejercicio, alcanzando su punto máximo a los 10 y 15 minutos, y resolviéndose en torno a los 60 minutos. Los síntomas típicos son dificultad para respirar, opresión en el tórax y tos.
Se basa en la combinación de síntomas clínicos compatibles y la demostración de limitación reversible del flujo de aire en respuesta al ejercicio mediante una prueba de esfuerzo con espirometrías pre y postejercicio. En pacientes con asma diagnosticada y síntomas típicos después del ejercicio, es posible que no se necesite una prueba de esfuerzo a menos que los síntomas no se resuelvan o no se controlen con el tratamiento previo con beta agonistas inhalados de acción corta.
La prueba de broncoprovocación inducida por ejercicio puede realizarse mediante carrera libre, bicicleta ergométrica o tapiz rodante, según la disponibilidad de equipo en el centro. El ejercicio debe durar de 6 a 8 minutos (hasta 6 minutos en menores de 12 años) y debe tener un inicio y una finalización rápidos. Para la monitorización de la intensidad del ejercicio en niños puede utilizarse la frecuencia cardiaca, manteniendo una frecuencia cardiaca entre 80-90% de la máxima teórica (220-edad en años) durante los 4 o 6 últimos minutos.
Antes del inicio de la prueba será necesario realizar una espirometría basal y al finalizar varias espirometrías seriadas a los 0-2 minutos, a los 5, 10, 15 y opcionalmente a los 20 y 30 minutos. Se considera que la prueba es positiva cuando el descenso del volumen espirado máximo en el primer segundo de la espiración forzada (FEV1) disminuye más del 12% (>10% en adolescentes y adultos).
Cuando los SABA se usan de manera regular o el BIE es refractario a la premedicación, la causa suele ser un control deficiente del asma, por lo que habría que plantear un tratamiento controlador diario.
La obstrucción laríngea inducible (OLI), previamente denominada disfunción de cuerdas vocales (DCV), se refiere a un cierre laríngeo inadecuado o “paradójico” sin una causa estructural o neurológica aparente. Esta obstrucción laríngea inducible puede producirse por ejercicio (OLIE), pero también por otros factores, como el aire frío, reflujo gastroesofágico, humo, polvo u olores. Es una afección común entre adolescentes y atletas adultos jóvenes, con una prevalencia del 5-8%.
El síntoma principal de la OLIE es el estridor inspiratorio acompañado de dificultad respiratoria que se produce durante el ejercicio, siendo máximo durante el ejercicio físico extenuante, en contraste con la BIE (Tabla 1).
| Tabla 1. Patologías respiratorias relacionadas con el ejercicio físico. Resumen de las diferencias entre las dos patologías respiratorias desencadenadas por el ejercicio más prevalentes | ||
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| BIE | OLIE | |
| Epidemiología |
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| Clínica |
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| Diagnóstico |
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| Tratamiento |
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| *Supraglotoplastia, en casos refractarios y graves y únicamente de localización supraglótica. BIE: broncoespasmo inducido por ejercicio; OLIE: obstrucción laríngea inducible por ejercicio; SABA: betaagonista de acción corta. | ||

Se debe demostrar la obstrucción laríngea a nivel glótico o supraglótico durante la realización de ejercicio físico mediante una laringoscopia continua durante el mismo (Figura 2).
| Figura 2. Laringoscopia continua durante el ejercicio para diagnóstico de obstrucción laríngea inducible por ejercicio |
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Procedimiento:
La prueba nos debe dar la siguiente información:
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Los autores declaran no presentar conflictos de intereses en relación con la preparación y publicación de este artículo.
Todos los autores han contribuido de forma equivalente en la elaboración del manuscrito publicado.
AP: Atención Primaria · ARLT: antagonistas de los receptores de leucotrienos · BIE: broncoespasmo inducido por ejercicio · DCV: disfunción de cuerdas vocales · DPI: inhalador de polvo seco, del inglés Dry Powder Inhalers · FEV1: primer segundo de la espiración forzada · MDI: inhalador de dosis medida · OLI: obstrucción laríngea inducible · OLIE: obstrucción laríngea inducible por ejercicio · SABA: betaagonista de acción corta.