Vol. 27 - Num. 34
Casos clínicos. Miscelánea
Nerea Unamuno Aguirregomezcortaa, Sara Prieto Osaa, Junkal Gericó Aseguinolazaa, Nerea Izaguirre Díaza, Maddi Beloki Arruabarrenaa, Eva M.ª Lasa Luacesa
aHospital Universitario Donostia. San Sebastián. Guipúzcoa. España.
Cómo citar este artículo: Unamuno Aguirregomezcorta N, Prieto Osa S, Gericó Aseguinolaza J, Izaguirre Díaz N, Beloki Arruabarrena M, Lasa Luaces EM. Alergia a la leche, ¿es siempre la vaca? . Rev Pediatr Aten Primaria. Supl. 2025;(34):e169.
Publicado en Internet: 26-05-2025 - Número de visitas: 1170
La alergia a la proteína de la leche de mamíferos no vacunos es una entidad infrecuente. A pesar de ello, su presencia está aumentando; de ahí su importancia. Al contrario que la alergia a proteínas de vaca (APLV), que suele debutar en los 6 primeros meses de vida, esta entidad se manifiesta en niños mayores, posiblemente por la introducción más tardía de estos alimentos. La caseína suele ser el alérgeno primario más frecuentemente involucrado. Pequeñas dosis pueden producir reacciones graves. En estos casos, algunos pacientes presentan sensibilización subclínica concomitante a las proteínas de la leche de vaca, tolerando así su ingestión a pesar de presentar anticuerpos.
Se presentan dos casos de pacientes con alergia selectiva a proteína de leche de mamíferos no vacunos.
Varón de 8 años con antecedente de atopia que, tras la ingesta de pizza 4 quesos, presenta prurito cutáneo, exantema generalizado, tos y disnea, precisando tratamiento para la resolución del cuadro.
Varón de 9 años con antecedente de alergias alimentarias múltiples y atopia que, tras la ingesta de queso curado, presenta urticaria y angioedema, precisando ingreso en observación de urgencias de Pediatría tras la administración del tratamiento.
Ambos pacientes consumían leche de vaca regularmente previamente y tras la reacción, bien tolerada. Se realiza estudio con pruebas cutáneas, obteniéndose Prick test positivo para leche de cabra y oveja en ambos casos. En la analítica sanguínea, ambos presentan valores de IgE positivos para leche de cabra y leche de oveja. El segundo paciente no presenta aparente sensibilización subclínica a la proteína de la leche de vaca; sin embargo, el primero presenta IgE-s elevadas frente a caseína, leche de vaca, alfa-lactoalbúmina y beta-lactoglobulina. Se diagnostica de alergia selectiva a proteína de mamíferos sin alergia a proteína de leche de vaca en ambos casos, por lo que se indica continuar con la ingesta regular de leche de vaca, evitando la leche de otros mamíferos.
Describimos dos pacientes con alergia a proteínas de leche no vacuna, con buena tolerancia a las proteínas de la leche de vaca. Tal y como se ha descrito previamente, son niños mayores, ambos sensibilizados a la caseína. Es importante conocer esta entidad para poder identificarla. El tratamiento se basa en la evitación de la leche de todos los mamíferos excepto la de vaca, en caso de buena tolerancia a esta, con el objetivo de evitar una evolución a APLV, principalmente en aquellos pacientes ya sensibilizados.
Los autores declaran no presentar conflictos de intereses en relación con la preparación y publicación de este artículo.
Los autores han remitido un formulario de consentimiento de los padres/tutores para publicar información de su hijo/a.
APLV: alergia a proteínas de vaca.