Vol. 27 - Num. 107
Notas clínicas
Laura Castro Rodrígueza, M.ª del Mar Pestanab, M.ª del Carmen Martín Velac, Julia Mercaderd, Yudith Mesa Fumeroc
aMIR-Pediatría. Hospital Universitario de Canarias. La Laguna. Santa Cruz de Tenerife. España.
bDermatóloga. Hospital Universitario de Canarias. La Laguna. Santa Cruz de Tenerife. España.
cPediatra. Hospital Universitario de Canarias. La Laguna. Santa Cruz de Tenerife. España.
dMIR-Dermatología. Hospital Universitario de Canarias. La Laguna. Santa Cruz de Tenerife. España.
Correspondencia: L Castro. Correo electrónico: lcasrodq@gobiernodecanarias.org
Cómo citar este artículo: Castro Rodríguez L, Pestana MM, Martín Vela MC, Mercader J, Mesa Fumero Y. Máculas pardas dispersas: cuando el contexto nos despista . Rev Pediatr Aten Primaria. 2025;27:269-72. https://doi.org/10.60147/5be40437
Publicado en Internet: 03-09-2025 - Número de visitas: 2060
Resumen
La dermatosis cenicienta es un trastorno raro de hiperpigmentación idiopática que afecta principalmente a adultos jóvenes y niños con fototipos altos. Su etiología es incierta, vinculada a infecciones, endocrinopatías y exposiciones ambientales. Clínicamente, se presenta con máculas grisáceas mal definidas, generalmente de forma asintomática y crónica. El diagnóstico es clínico, ya que la histopatología no es específica. Aunque los tratamientos suelen ser poco efectivos, en niños la resolución espontánea es frecuente. Su reconocimiento evita procedimientos diagnósticos y terapéuticos invasivos.
Palabras clave
● Dermatología pediátrica ● Dermatosis cenicienta ● HiperpigmentaciónLas lesiones cutáneas constituyen una causa frecuente de consulta en Pediatría. Los trastornos de la pigmentación presentan un amplio diagnóstico diferencial, que incluye desde entidades benignas de curso autorresolutivo hasta enfermedades infecciosas o genodermatosis, entre otras. La descripción detallada de las características cutáneas suele ser la herramienta más eficaz y accesible para orientar el diagnóstico clínico.
Paciente varón de 6 años, en seguimiento por Dermatología debido a la presencia de manchas café con leche, sin cumplir criterios diagnósticos de neurofibromatosis y sin antecedentes personales relevantes. Acude al servicio de urgencias derivado desde su centro de salud por lesiones cutáneas de 15 días de evolución.
El cuadro se inició con la aparición de máculas parduzcas en la nuca y región laterocervical, asintomáticas (sin dolor ni prurito). El pediatra realizó diagnóstico inicial de pitiriasis versicolor e indicó tratamiento con ketoconazol al 2% en gel durante 5 días. No obstante, se observó empeoramiento clínico con extensión progresiva de las lesiones en sentido cefalocaudal hasta la zona genital, sin aparición de nuevos síntomas.
El paciente refiere haber presentado rinorrea leve y tos 7 días antes, sin fiebre. 30 días antes cursó un episodio gastrointestinal autolimitado de corta duración. Niega que otros miembros de la familia presenten lesiones similares. No ha recibido otra medicación ni ha realizado cambios en sus hábitos dietéticos o de higiene personal. No convive con animales ni ha realizado viajes recientes.
En la exploración física se objetivaron máculas de entre 2 y 7 mm en nuca, tronco, extremidades superiores y región genital, respetando palmas y plantas. Las lesiones eran de coloración parda en la nuca y grisácea tenue en el resto del cuerpo, con bordes irregulares, mal definidos y no digitoborrables. Los signos de Darier y Nikolsky fueron negativos.
Además, se observaron máculas hipopigmentadas de 3-4 mm en extremidades inferiores. Se contabilizaron 11 manchas café con leche, distribuidas en cara, extremidades superiores, tórax y región genital, presentes previamente al inicio del cuadro actual. El resto de la exploración física no mostró alteraciones (Figura 1).
| Figura 1. Dermatosis cenicienta: máculas hiperpigmentadas de entre 2-7 mm en nuca, tronco y miembros superiores |
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El paciente fue valorado conjuntamente con Dermatología, que consideró como diagnóstico probable una dermatosis cenicienta. Se suspendió el tratamiento antifúngico y se recomendó fotoprotección. Se inició seguimiento ambulatorio en consultas externas, observándose resolución progresiva de las lesiones hasta su desaparición completa a los dos años de seguimiento (Figura 2).
La dermatosis cenicienta, también conocida como eritema discrómico perstans, es un cuadro de hiperpigmentación idiopática descrito por primera vez por Oswaldo Ramírez en El Salvador en 1957. Se trata de una alteración poco frecuente de la pigmentación cutánea que suele manifestarse en adultos jóvenes, especialmente entre la segunda y tercera década de vida. Predomina en personas con fototipo alto y es ligeramente más común en mujeres, siendo poco prevalente en edad pediátrica1.
Desde el punto de vista clínico, se observan máculas ovaladas de color azul grisáceo, con bordes irregulares y mal definidos, cuyo tamaño varía entre 0,5 y 3 cm. Estas lesiones se localizan de forma simétrica en el tórax y en la parte proximal de las extremidades. Con menor frecuencia, pueden afectar el cuello y la cara, mientras que las mucosas, el cuero cabelludo, las palmas y las plantas suelen estar respetadas2. Generalmente, son asintomáticas, aunque en algunos casos pueden acompañarse de prurito leve3.
La etiología permanece desconocida, aunque se han descrito asociaciones con infecciones (como VHC, VIH o parasitosis intestinales), endocrinopatías (hipotiroidismo, diabetes mellitus), ingesta de fármacos o contrastes, exposición a alérgenos ambientales (pesticidas, fungicidas, cobalto) y otras discromías como el vitíligo1.
El diagnóstico es fundamentalmente clínico y puede apoyarse en la biopsia cutánea. Sin embargo, los hallazgos histopatológicos no son patognomónicos. El diagnóstico diferencial debe establecerse principalmente con la pigmentación macular y el liquen plano pigmentado (Tabla 1).
| Tabla 1. Principales diagnósticos diferenciales de la dermatosis cenicienta | |||||
|---|---|---|---|---|---|
| Patología | Dermatosis cenicienta | Pigmentación macular eruptiva idiopática | Liquen plano pigmentoso | Mastocitosis | Neurofibromatosis (efélides o pecas) |
| Tamaño lesiones | 5-30 mm | 3-20 mm | 10-30 mm | 1-30 mm | 1-2 mm |
| Color | Grisácea, parda o azulada +/- borde eritematoso | Marrón o azul grisáceo | Gris pizarra o marrón negruzco | Eritematoso y/o marronáceo | Marrón claro |
| Distribución | Cara, cuello, tronco y brazos | Tronco, cuello y extremidades (nivel proximal) | Zonas fotoexpuestas | Tronco y extremidades | Cara, axilas e ingles |
| Síntomas cutáneos | En ocasiones prurito | Asintomático | En ocasiones prurito | Habones al rascado (signo de Darier) | Asintomático |
| Asociación | Vitíligo | No | Otras variedades de liquen | Nódulos o mastocitomas, telangiectasias | Manchas café con leche, neurofibromas |

Se trata de una enfermedad de curso crónico. Aunque existen múltiples tratamientos descritos en la literatura, su eficacia suele ser limitada. Se han utilizado corticoides tópicos, antibióticos, láser, radiación ultravioleta y fármacos por vía oral como esteroides, dapsona y clofazimina, siendo esta última la que ha mostrado mejores resultados4. En pacientes pediátricos, el pronóstico suele ser más favorable, con tendencia a la resolución espontánea en un periodo de 2 a 3 años5, como ocurrió en el caso que presentamos, en el que el manejo se limitó al uso de fotoprotección para evitar una mayor hiperpigmentación.
Considerar esta entidad dentro del diagnóstico diferencial de las lesiones cutáneas hiperpigmentadas en la infancia, y conocer su evolución benigna y autorresolutiva, resulta especialmente útil para evitar procedimientos diagnósticos y terapéuticos innecesarios o invasivos.
Los autores declaran no presentar conflictos de intereses en relación con la preparación y publicación de este artículo.
Todos los autores han contribuido de forma equivalente en la elaboración del manuscrito publicado.
Los autores han remitido un formulario de consentimiento de los padres/tutores para publicar información de su hijo/a.