El cómputo de víctimas en Gaza: difícil pero necesario

Fotografía de Emad El Byed en Unsplash.

Esta carta al director publicada hace casi un año no ha perdido en absoluto vigencia, por desgracia.

Unos 10 meses tras la invasión de Gaza se contabilizaban ya 37.396 muertos oficialmente. El dato era cuestionado por las autoridades israelíes, aunque aceptado como veraz por sus servicios de espionaje, así como por Naciones Unidas y la OMS. Análisis independientes consideraron inverosímiles las afirmaciones de fabricación de datos.

Poco a poco la labor contabilizadora del Ministerio de Salud de Gaza se está volviendo sumamente difícil por la destrucción de la mayoría de sus infraestructuras. Por ello, tienen en cuenta no solo las víctimas identificadas en sus precarios centros hospitalarios, sino también las aportaciones de testigos fiables. Aunque algunas agencias de noticias traten de minusvalorar la veracidad de estas cifras, algunas organizaciones no gubernamentales observan ingentes cantidades de víctimas no identificadas y un enorme número de ellas, bajo los escombros del 35% de los edificios de Gaza destruidos: unas 10.000 (cifras de febrero de 2024). Además, se sabe que las víctimas indirectas de cualquier conflicto armado pueden llegar a multiplicar por 15 la cifra de muertos directos por la violencia bélica. La destrucción de infraestructuras sanitarias, el riesgo de epidemias, la escasez de alimentos y agua, la imposibilidad de huir a lugares seguros, etc., pronostican un número total de víctimas que llega a acercarse al 10% de la población de la franja de Gaza (unos 2 millones y medio al comienzo de la invasión).

La carta concluye clamando por un “alto el fuego” urgente y el suministro y distribución suficiente de alimentos, agua limpia, material sanitario y otros recursos para cubrir las necesidades humanas básicas. Además, abogan por la veraz documentación del coste total de la guerra como requerimiento legal, recordando que las medidas provisionales establecidas por la Corte Internacional de Justicia en enero de 2024 exigen que Israel adopte medidas eficaces para prevenir la destrucción y garantizar la preservación de las pruebas relacionadas con las denuncias de actos comprendidos en el ámbito de la Convención sobre el Genocidio.

Un año después se puede leer en SINC: Pediatras españoles piden una respuesta ética ante las miles de muertes de niños por hambre en Gaza (publicado en Internet 30/05/2025 y disponible en www.agenciasinc.es/Noticias/Pediatras-espanoles-piden-una-respuesta-etica-ante-las-miles-de-muertes-de-ninos-por-hambre-en-Gaza).

La Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPap), la Sociedad Española de Pediatría Social (SEPS) y el Comité de Bioética de la Asociación Española de Pediatría (AEP) han alzado la voz ante la catástrofe humanitaria que azota a la infancia en la Franja de Gaza. Decenas de miles de niños y niñas están muriendo a causa del hambre y la desnutrición, mientras el sistema sanitario permanece colapsado y la ayuda humanitaria sigue bloqueada. La revista científica The Lancet señala que Gaza registró en 2024 el mayor número de ataques contra personal e infraestructuras sanitarias en el mundo, con más de 1400 profesionales asesinados.

Las asociaciones pediátricas reclaman el acceso inmediato, seguro y sin restricciones a la ayuda humanitaria. Proteger las infraestructuras sanitarias y al personal médico. Cumplir con el marco legal internacional que protege los derechos de la infancia.

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